Desde hace un tiempo el mundo se ha dado cuenta de los problemas que se generan tanto por acción de la naturaleza como por la del hombre y que afectan la vida cotidiana, ya sea a corto, mediano o largo plazo. Hablamos de los problemas medioambientales, el cambio climático, las enfermedades contagiosas y los desastres naturales.
Por eso se ha desarrollado el programa SATREPS (Asociación en Investigación Científica y Tecnológica para un Desarrollo Sustentable) en el que JICA (Agencia de Cooperación Internacional de Japón) y la JST (Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón) como socios, apoyan económicamente e instruyen a investigadores tanto japoneses como de países en vías de desarrollo para resolver estas temáticas de carácter global.
Dentro del mismo se encuentran varios proyectos. Uno de ellos es el Desarrollo del Sistema de Gestión del Riesgo Medioambiental Atmosférico en América del Sur – SAVER-NET, en el cual los tres países trabajan para detectar los fenómenos que causan estas problemáticas. JICA y JST junto al Instituto Nacional de Estudios Ambientales de Japón (NIES) y la Universidad de Nagoya promueven una investigación internacional conjunta incluyendo al Ministerio de Defensa Argentino, el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), el CONICET, el Laboratorio Ozono de la Universidad de Magallanes, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Medio Ambiente de Chile.
A través de radares LIDAR (Light Detection and Ranging) ubicados por toda la región en containers se puede monitorear en tiempo casi real el estado de los aerosoles suspendidos en la atmósfera, de la capa de ozono y la radiación UV medidos en los sitios de observación, para luego divulgarlos a los ministerios y agencias competentes, desde el Centro de Investigaciones de Láseres y Aplicaciones (CEILAP) y el Laboratorio de Investigaciones Atmosféricas de la Universidad de Magallanes.
Pero… ¿Qué es el radar LIDAR y para qué sirve?
El LIDAR es un sistema de teledetección (monitoreo remoto) de la atmósfera que utiliza pulsos láser como medio de medición. Su principio de funcionamiento se asemeja al del radar, sólo que este último mide con ondas de radio. Tanto las ondas de radiación láser, como las de radio, son electromagnéticas. Pero la radiación láser es más apropiada para medir aerosoles y contaminantes atmosféricos.
Los aerosoles son partículas suspendidas en el aire. Su origen está relacionado en ocasiones con causas naturales, como por ejemplo, el polvo proveniente de zonas áridas y semiáridas, las erupciones volcánicas, etc.; mientras que en otros casos son producidos por la actividad humana, entre ellos, la combustión de procesos industriales y la quema de bosques, entre otras.
Al medir con este tipo de aparatos es posible obtener información de estos componentes en cuanto a su distribución espacial y temporal sobre una localidad. Esto ayuda, por ejemplo, a la aeronavegación, ya que las terminales aeroportuarias mediante sus controladores aéreos y el Sistema Meteorológico Nacional, obtienen dichos datos que luego serán enviados a las aerolíneas que se encuentran operando.
Para ello, la División LIDAR de CITEDEF monitorea de forma rutinaria aerosoles producidos en la ciudad y procedentes de quema de biomasa y excepcionalmente de cenizas volcánicas, como por ejemplo la erupción del volcán Chaitén en mayo de 2008 y el volcán Puyehue en junio de 2011.
¿Cómo funciona?
Esta técnica utiliza la luz de un láser (color verde) para localizar los gases y partículas que se encuentran desde el suelo hasta poco más de 12 km hacia arriba. De esta manera, se emiten pulsos de corta duración, logrando así que los fotones reboten con las moléculas y que aquellos que retornen sean recolectados por un telescopio adherido al radar.
Luego, una caja espectrométrica separa las longitudes de onda que fueron detectadas y esa información es procesada para completar el análisis. Además, se monitorean los parámetros del agujero de la capa de ozono y la radiación ultravioleta que emite el sol.
Actualmente hay 99 proyectos de SATREPS iniciados en 43 países. En nuestra zona más específicamente están instalados y en funcionamiento alrededor de cinco LIDARES. Entre ellos se destacan los de Bariloche y Río Gallegos, Neuquén, Comodoro Rivadavia y Aeroparque más los ubicados en Villa Martelli donde se encuentra la sede del CITEDEF. También hay uno en Punta Arenas, Chile.
JICA ha tenido relación con el Ministerio de Defensa aproximadamente desde 2003 para la ejecución de los proyectos técnicos. “Iniciamos con un container que luego se llevó a Río Gallegos. Gracias a eso fuimos creciendo poco a poco”, dijo Raúl D’elia, técnico que se encarga de detectar y tomar datos de cómo afecta la radiación ultravioleta en nuestro cuerpo, las plantas y los animales. También en lo que refiere al agujero de la capa de ozono, que entre octubre y diciembre tiene un gran efecto en el sector sur de nuestro continente.
SAVER-NET comenzó en 2013 y se tiene previsto que finalice en 2018. Sin embargo, el objetivo de éste y los demás proyectos es el de mejorar la cooperación internacional en ciencia y tecnología entre Japón y los países en desarrollo: “Uniendo dos o tres fuerzas podemos hacer cosas mejor”, señaló Yuji Misu, voluntario de JICA que coordina esta idea.
Finalmente se busca desarrollar y aplicar tecnologías nuevas para la resolución de problemas globales y adquirir nuevos conocimientos que puedan llevar al mejoramiento del nivel de ciencia y tecnología, y fomentar la investigación independiente en países homólogos a través de la investigación internacional conjunta, construir sistemas de investigación sostenibles que puedan contribuir a resolver los problemas, coordinando el sistema de redes de contacto entre los investigadores, y capacitando futuros recursos humanos.
Fuentes: División LIDAR, CITEDEF, JICA.
Agradecimientos a: Ministerio de Defensa, JICA, CITEDEF, División LIDAR, Yuji Misu (Voluntario de JICA y coordinador del proyecto SAVER-NET), Juan Pallotta (Ingeniero en Electrónica), Raúl D’elia (Técnico).