El 3 de marzo se celebra en Japón en “Hina Matsuri” –Festival de las muñecas Hina-, esta festividad tradicional es una de los cinco festivales de estación que se llevan adelante a lo largo de un año: “Día de las Siete Hierbas”, “Día del festival de las muñecas Hina”, “Día del niño”, “Tanabata”, “Festival del Crisantemo”.
El objetivo de este festival es orar por la buena salud y el próspero crecimiento de las niñas. Además, desde tiempos remotos, se lo consideraba un ritual de purificación.
Un poco de historia del festival de las muñecas
De acuerdo a “Historia del Hina Matsuri”[1], esta celebración comenzó a mediados del período de Heian. En aquellos tiempos, era un festival de estación que se celebraba el “Día de la Serpiente” para pedir por una buena salud; al mismo tiempo se realizaban actos de purificación. Se convocaba a un adivino para orar. Además, se hacían ofrendas a las deidades. Esta fuente de información detalla lo siguiente: “Las personas de aquellos tiempos, en el día de la serpiente, a comienzos de marzo, se llamaba festival de estación: «Joushi, Joumi», un evento de purificación y deseo de buena salud y felicidad. Se convocaba a un adivino/medium y se oraba a las deidades del cielo y la tierra, se ofrendaba los alimentos de estación; también se confiaba las propias calamidades/desgracias a una figura (de papel) con forma humana que fluía por el mar, el río”. [2]
En otro artículo titulado: «Hina Matsuri: el festival japonés de las muñecas» del mismo modo que la anterior cita, asocia a esta celebración no solo con una festividad que se inició en la corte sino también con un ritual de purificación. En éste se confeccionaba una figura humana en papel y se la dejaba fluir en el agua con el objeto de que las desgracias de uno se vayan con este correr del río. “El origen del «Festival de las muñecas» es la combinación de esta celebración de la corte con un antiguo ritual de purificación en el que se utilizaba papel recortado con forma humana conocido como hitogata y la costumbre de jugar con muñecas propia de las niñas.”[3]
En aquella época de Heian, las jóvenes nobles jugaban al “Juego de Hina” con muñecas elaboradas con papel y objetos personales (enseres domésticos). Según “Historial del festival de las muñecas Hina”, este juego aparece en la «Historia de Genji» de Murasaki Shikibu y «El libro de la Almohada» de Sei Shonagon.
El establecimiento del 3 de marzo como fecha de este festival fue en el período Muromachi. Además, se detalla que el mismo fue cambiando de características. “Se estableció el 3 de marzo el festival de estación: «Joushi, Joumi», y se piensa que en nuestro país fue en el período Muromachi –aprox. 600 años antes-. Sin embargo, desde esos tiempos hasta los períodos Azuchi-Momoyama con relación al “Festival de las Niñas” –Hina Matsuri- de la actualidad, eran bastante diferentes a cómo se jugaba y se decoraba. Era un día de ritual de purificación. Este día, que se convirtió en un floreciente festival de las jóvenes, cuando terminó la era de guerras civiles entre los estados independientes, y ésta se tornó en una de paz, es decir, desde el período de Edo.”[4]
Una gran celebración de un “Hina Matsuri” se llevó adelante en el año 6 (1629) de la era Kannei de principios de Edo, en el Palacio Imperial de Kioto. Además, esta festividad se comenzó a realizar al interior de los castillos medievales del shogunato. Y así, progresivamente, se fue extendiendo entre el pueblo, de las grandes ciudades a las diversas regiones.
La representación de la corte con las muñecas Hina
Según lo informado por el artículo de la fuente «Hina Matsuri: el festival japonés de las muñecas» de Nippon.com en español, cito como está compuesto este gran adorno de la Corte: «Primero la familia imperial o la alta nobleza, una pareja imprescindible que representa al marido (odairi-sama), y a la esposa (ohina-sama). Seguidamente un grupo de tres cortesanas (sannin kanjo), y cinco músicos (gonin hayashi). Todos se colocan ordenadamente sobre una escalera (hinadan) cubierta de una alfombra roja (himōsen). Este conjunto es conocido como hina kazari.»[5].
En las familias, este adorno se suele heredar de generación en generación. Además, se cree que se debe desarmar una vez terminada la celebración para que la niña de la casa pueda casarse en un futuro.
Una vez al año, en un hogar japonés, la madre y la hija o hijas de la casa, sacan del lugar donde guardan los muñecos y muy cuidadosamente los van ubicando sobre las gradas. También se adorna con ramas de flores del durazno.
Creer en esta costumbre tradicional para pedir por la salud y la felicidad de las niñas es algo que preserva la pureza de sus corazones.
¡Feliz Día del festival de las muñecas para todas las niñas!
[1] 『ひな祭りの歴史』”Historia del festival de las muñecas Hina”. Link de la página web:
https://www.ningyo-kyokai.or.jp/jiten/history.html
[2] En artículo de referencia citado en 1. Traducción amateur de quién escribe el presente.
[3] “Hina Matsuri: el festival japonés de las muñecas”. Link de la página web:
https://www.nippon.com/es/features/jg00031/
[4] 『ひな祭りの歴史』”Historia del festival de las muñecas Hina”. Link de la página web: https://www.ningyo-kyokai.or.jp/jiten/history.html
[5] “Hina Matsuri: el festival japonés de las muñecas”. Link de la página web:
https://www.nippon.com/es/features/jg00031/
Nota: María Florencia Zaia
PH: Freepik.es
María Florencia Zaia: Nació en Luján, pcia. de Buenos Aires en 1976. Es Licenciada en Relaciones Internacionales. En sus comienzos (2006), se vinculó con Japón por trabajo y estudio. Colaboró con el diario “La Plata Hochi”. Estudió japonés por muchos años en el Instituto Privado Argentino-Japonés Nichia Gakuin. Siempre tuvo interés por la cultura japonesa y sus valores virtuosos (Bushido). Gusta de su literatura, algunos de sus autores predilectos son Natsume Soseki y Yoko Ogawa.