El 5 de octubre las puertas, el escenario y las paredes del Centro Okinawense en la Argentina vibraron al son de la música tradicional okinawense “koten” (古典) –clásica-. “Es clásica porque se hacía hace cuatro o cinco siglos atrás, en épocas en que Okinawa no era Okinawa, que formaba parte de Japón, sino que era un país independiente, en cuya cabeza había un Rey. O sea era un sistema de gobierno monárquico. En ese entonces, se hacía justamente esa música, y es una música que se tocaba en eventos artísticos, diplomáticos, por eso, tiene un ambiente un tanto señorial, o solemne, quizás, con un ritmo, una cadencia muy lenta, con unas frases vocales muy largas, lo cual nos obliga a tomar mucho aire de los pulmones para poder llegar hasta el final de cada una de esas frases. Esas son un poco las características de esta música”.1
De este modo, Daniel Miyagi, uno de los instructores que tiene la tarea y el deber de transmitir el conocimiento y aprendizaje musical que le han enseñado los senpai (先輩), los sensei (先生): los que han recorrido el camino antes que las generaciones jóvenes que hoy se encuentran con el desafío de seguir construyendo y recorriendo ese sendero que comenzó hace sesenta y cinco años.
Agradecimiento por el camino recorrido (I)
El agradecimiento por este camino recorrido comenzó con un minuto de silencio en homenaje a las personas fallecidas del grupo. Una forma de demostrar a través de kotodama resonando en sigilo (espíritu de las palabras), la conexión con aquellos que ya no están pero que gracias a ellos esta música también sigue viva entre maestros, alumnos y quienes la escuchan y disfrutan.
Yonamine sensei cuenta que “Nuestra filial no se estableció de la noche a la mañana, sino que tiene una larga historia de desarrollo. Alrededor de 1923, cuatro inmigrantes okinawenses que se trasladaron desde Brasil, tocaron el sanshin todos los domingos en concurridas reuniones. En 1931, en la celebración de lanzamiento de la Asociación de Okinawa en el Extranjero (la antecesora de este Centro Okinawense), cuatro miembros de aquel período interpretaron canciones de música koten”.2
Apertura: concierto de Buen Augurio
En el repertorio de apertura participaron todos los miembros de Nomura Ryu Ongaku Kyokai Filial Argentina, Nomura Ryu Ongaku Kyokai Filial Brasil y Ryukyu Sokyoku Koyokai. Todos juntos transmitieron el mensaje (espíritu) del festival a través instrumentos musicales, danza y canto: 100 años de Nomura Ryu Okinawa, 65 años de filial Argentina, los Nisei buscando mantener la tradición, y “haciendo florecer” a los capullos: las generaciones más jóvenes y creciendo ellos mismos hasta alcanzar las edades de la primera generación, hoy, madura. Las últimas líneas de este mensaje y deseo de buenos augurios estuvieron dedicadas a la alegría de cantar y danzar, como si la buenaventura de este mundo dependiera del otro, ambos conectados…
Historia de la canción, música koten y danzas tradicionales
El repertorio del conjunto de interpretaciones grupales y solistas consta de contar una historia en pocas palabras para que el espectador pueda tejerla en su imaginación ayudada por música y danza. Luego de esta introducción breve, se tocan los instrumentos y las mujeres que danzan entran en la escena de la “obra musical”.
Lo que cuenta cada historia, la cadencia y el ritmo de los instrumentos (sanshin –especie de laúd de tres cuerdas-, koto –tipo de arpa-, taiko –tambor-, fue –flauta-), el estilo de vestimenta (colores, texturas) y adornos, sumado a la danza y sus movimientos, todo en su conjunto representa un Reino de Ryukyu medieval donde sus habitantes vivían felices y en armonía con la naturaleza, incluso en las canciones que hacen alusión a historias tristes, se puede percibir un espíritu de inalterable alegría que subyace debajo: feliz serenidad.
Al leer las letras de las canciones del Reino de Ryukyu pude darme cuenta que las penas y las alegrías estaban inmersas en un mundo idílico donde se le cantaba al ser amado, a la naturaleza, a la abundante cosecha. El espíritu de estas historias (canto, música y danza) deja translucir una vida apacible donde jóvenes y ancianos vivían con alegría y en armonía con su entorno.3
La cadencia y el ritmo de los instrumentos son lentos y pausados, lo cual alimenta esa armonía y parsimonia en la cual vivían los pobladores, especialmente en las aldeas rurales. Parece que el ritmo en que se tocan las cuerdas para crear sonido musical coincide con los pasos lentos de los danzantes. Sincronizados música y danza transmiten calma y atenta escucha. Esto profundiza el impacto del mensaje que se desea transmitir. Retumba y golpea con sutileza al corazón.
La vestimenta tiene colores fuertes, llamativos, estampados con flores, hojas, lo cual podría interpretarse como un homenaje a la naturaleza y a un espíritu alegre, isleño y de clima tropical. La textura de la tela parece lino, rústico, lo cual da la sensación de que hayan sido en sus orígenes telas teñidas con tintes de plantas. Esto podría significar un pueblo austero, de zonas rurales.
Los adornos que acompañan las vestimentas de las mujeres que danzan son: sombrero cónico de bambú con flores (hanagasa), espigas de arroz, abanicos (plegable y en forma de corazón), tipo de pañuelo atado en la cabeza, castañuelas, sombrillas, etc. Estos complementos del vestuario podrían marcar las diferencias sociales. Tal vez, las danzantes que utilizan abanicos dorados o con forma de corazón, pertenecían en su época a la nobleza, mientras que las que sostenían espigas de arroz para agradecer por la buena cosecha, eran mujeres de las zonas rurales. Música, canto y danza se funden en un repertorio que representa las tradiciones y costumbres de este Reino de pobladores felices, donde incluso la congoja se festejaba. Pueblo que vive sus experiencias de vida a través de la música, el canto y el baile.4
Agradecimiento por el camino recorrido (II)
El Director de Nomura Ryu Okinawa, Sr. Masaharu Itokazu también brindó una palabras de felicitación al grupo musical de la Argentina.
“Estamos felices de que la filial Argentina este llevando a cabo su ceremonia y actuación de celebración del 65° aniversario. Les enviamos nuestras felicitaciones desde Okinawa. El setenta por ciento de los inmigrantes japoneses en la Argentina provienen de Okinawa. Hoy celebramos el hecho de que la música okinawense todavía se transmita a la tercera y cuarta generación de estos inmigrantes. Creo que esto se debe enteramente a los esfuerzos de todos los jefes de filial”.5
“Karaya Bushi”, contemplación de la luna de otoño
Con luces tenues, que pintan de azulado la escena, entra una mujer con pasos lentos y acongojados. Viste un atuendo formal amplio y estampado en flores grandes y pequeñas, de colores fuertes azul, rojo, amarillo sobre un fondo púrpura, en la cabeza: una cofia violeta adornada con camelia, caen cintas de colores.
La música instrumental resuena con sus cuerdas, los músicos las tocan, hacen despertar sentimientos y sensaciones en los oyentes. La estampa, la tela del fondo, que viste la escenografía, muestra una luna redonda y grande, un árbol de troncos gruesos y panzones, de ramas con hojas como alas de mariposas, adorna “tsuki” (月) –luna-, especialmente bella, en época del “tsukimi” (月見) “Contemplación de la luna”.
“Pues vamos todos juntos a contemplar la luna y a divertirnos. Hoy es una hermosa noche de luna llena (Nakarata Bushi)”
“Hoy, hasta el soplo de viento es especial y parece tener sentimientos. El cielo despejado de nubes, muestra la belleza del brillo de la luna. (Karaya Bushi).
“Ya he contemplado del brillo lunar, regresemos. El hombre que amo me espera en casa. (Shongane Bushi).”6
Por María Florencia Zaia
Imágenes: Florencia Iwaoka
Sobre María Florencia Zaia
Nació en Luján, Provincia de Buenos Aires en 1976. Es Licenciada en Relaciones Internacionales. En sus comienzos (2006), se vinculó con Japón por trabajo y estudio. Colaboró con el diario “La Plata Hochi”. Estudia japonés desde hace doce años. Siempre tuvo interés por la cultura japonesa y sus valores virtuosos (Bushido). Gusta de su literatura, algunos de sus autores predilectos son Natsume Soseki y Yoko Ogawa.
Referencias
1 Presentación realizada por el Secretario de la “Asociación Nomura Ryu de la Argentina”, en la Gran Feria japonesa organizada por el Centro Okinawense en la Argentina el 4 de junio de 2023. https://www.youtube.com/watch?v=5NOg7fg4AUw –enlace Youtube-
2 Palabras de Salutación, Sr. Yoshikatsu Yonamine, Presidente de la “Asociación Nomura Ryu de la Argentina”, en revista del Programa conmemorativo del “65° Aniversario de Nomura Ryu en la Argentina”, (pág. 4).
3 “Al leer las canciones del Reino de Ryukyu…”, me refiero a cuando quien escribe el presente artículo, leyó las canciones publicadas en el Programa conmemorativo del “65° Aniversario de Nomura Ryu en la Argentina”, (págs. 18 a 24).
4 Estas impresiones son personales, de quien escribe, y parten de percepciones y/o conjeturas, sin haber leído o profundizado sobre esto que se está abordando en los párrafos del subtítulo: Historia de la canción, música koten y danzas tradicionales del presente artículo.
5 Palabras de Felicitación, Sr. Masaharu Itokazu, Director de la “Asociación Nomura Ryu de Okinawa”, en revista del Programa conmemorativo del “65° Aniversario de Nomura Ryu en la Argentina”, (pág. 6).
6 Odori: Prof. Analìa Tengan (Tamagusuku Ryu Shosetsukai Filial Argentina). Uta-sanshin: Naomi Asato, Adriana Kaneshiro, Cecilia Murata, Fernando Inafuku, Diego Nago, Bruna Mariko Oshiro (Brasil), Romina Panno. Koto: Lucìa Tanabe. Nombres y apellidos ut supra y letra de la canción extraída del Programa conmemorativo del “65° Aniversario de Nomura Ryu en la Argentina”, (pág. 20).