Es un recordatorio de aquello que nos vuelve profundamente humanos.
Es un gran anime, muy fresco, pero no es solo una película: La cuestión de la competencia no es ganar o perder, sino…
#100M arrancó en los cines argentinos el 11 de diciembre.
Una historia que corre más allá de la pantalla
100 metros es, más que una historia, un vistazo fugaz a una vida que parece continuar incluso fuera de la pantalla, pero que aun así logra interpelar a cualquier espectador. Conocemos a los personajes únicamente a través de su relación con las carreras, aunque todo lo que atraviesan podría aplicarse sin esfuerzo a la vida cotidiana: sentir que tu valor depende de tus capacidades, aprender a convivir con la ansiedad o enfrentar sin garantías la posibilidad de fallar. Como las propias carreras, la narración avanza en escenas breves, veloces e impredecibles, casi vertiginosas. Los personajes transmiten la sensación de tener una existencia más amplia que lo que la película alcanza a mostrar. Al final, lo que se cuenta no es la evolución deportiva del protagonista, sino cómo ese camino transforma su vida y la de quienes lo rodean.
El manga de Uoto: juventud con profundidad inusual
El título original en japonés, Hyakuemu, combina hyaku (100) y emu (M, de “metros”). Se refiere a la prueba de los 100 metros llanos, y nace del manga de Uoto, un artista joven —decir “novato” ya le queda chico— que comenzó esta obra a los 17 años. Su sensibilidad recuerda a la lectura de grandes textos como “El origen de la obra de arte”, de Martin Heidegger, indaga en la realidad y la verdad cuestionando los conceptos establecidos y los prejuicios que condicionan nuestra comprensión del mundo. Es un mangaka con un instinto particular, casi inquietante, de profundidad.
La mirada del Director Iwaisawa: rotoscopía que emociona
A este instinto se sumó el director Kenji Iwaisawa, un talento con una concentración admirable y especialista en rotoscopia. Gracias a eso, escenas como la del protagonista bajo la lluvia —casi en blanco y negro emocional— o ese plano posterior a la cara llorosa, superan la técnica del dibujo animado tradicional: incorporan gestos y matices tomados directamente de actores reales. También aparecen líneas inestables cuando los personajes exteriorizan sentimientos intensos de inseguridad respecto de su propia identidad. Es anime, sí, pero por momentos se mueve más allá, entrando en un lenguaje cinematográfico propio.
Amistad, rivalidad, el deseo de superarse y aún más…
La película sigue a dos corredores unidos por una amistad de su infancia que, con los años, se vuelve rivalidad: Togashi, talento innato e imbatible; y Komiya, torpe, novato, pero decidido a ganar cueste lo que cueste. Surgen otros personajes y otras rivalidades, todos con peso genuino.
Lo fascinante es que la trama no se encierra en la pista. La carrera funciona como un espejo donde se reflejan temas universales: el miedo a fallar, la presión de creer que tu valor depende de tu rendimiento, la ansiedad, la voluntad de cambiar la realidad con tus propias manos.
En el avant-première del 9 de diciembre en el Cinemark de Abasto, muchos jóvenes salieron con sentimientos encontrados. A varios los dejó asombrados que una película les despertara repentinamente interés por el atletismo, al punto de salir a correr al día siguiente.
Otras escenas quedaron grabadas por su realidad cruda: esa sensación de que, por más esfuerzo que pongas, a veces todo termina en pérdida tras pérdida. Recordarlo ahí, en plena sala oscura, hizo pensar a más de uno. Y las palabras “podés cambiar la realidad” resonaron fuerte al ver cómo los personajes lograban lo improbable solo por intentarlo, reuniendo valor y empuje para no quedarse quietos.
La palabra “gachi ガチ”: cuando el esfuerzo es verdadero
Hay expresiones japonesas que vale la pena destacar. Una es ガチ gachi: se usa de forma ligera entre jóvenes, como “en serio”, “de verdad”, “a pleno”. Pero su origen es mucho más contundente: proviene del sonido gachin del golpe de cabezas en el sumo, símbolo de lucha auténtica, sin arreglos, sin concesiones. Es decir: algo hecho con total seriedad. En esta película, gachi aparece con todo su peso original. Ojalá puedan escucharla directamente en japonés con todas las emociones de Kidoairaku 喜怒哀楽: sentir también es parte de correr.
El film resuena con esta palabra japonesa que reúne alegría, ira, tristeza y disfrute: las cuatro emociones que nos hacen humanos.
La traducción de los subtítulos es excelente, y varias frases merecen ser anotadas:
• 僕は明日生きるために死んでいました。
“Estuve muerto para poder vivir mañana.”
• 走ることで現実を変えられる。
“Al correr podemos cambiar la realidad.”
• 不安は対処すべきではない。
“La preocupación… no siempre debe combatirse.”
Música que impulsa: Official Hige Dandism y la fuerza de seguir
Otro punto imprescindible es la musicalidad de la película y el efecto sonoro en el cine. La canción Rashisa「らしさ」de Official Hige Dandism (Official髭男dism) , https://www.youtube.com/watch?v=CWZ0lTUs5Mk utilizada en momentos clave, habla de seguir esforzándose a pesar de todo: incluso cuando sentimos que perdemos una y otra vez, siempre es posible seguir soñando. Mantener ese fuego competitivo —ese que todos llevamos guardado— ardiendo hasta superar la tristeza o la falta de talento, sin resignarse, avanzando paso a paso, para poder decir con alegría: qué felicidad seguir vivos.
Ojalá puedan dejarse atravesar por la película y sentirse, aunque sea por un momento, viviendo algo gachi, algo que uno pueda tomar en serio y dedicar de verdad a su propia vida. Es una película oportuna para cerrar el año, para empezar otro con buen porvenir, y para jóvenes, no tan jóvenes y familias enteras.
¿Están listos?
Que tengan un gran y feliz año nuevo: mi deseo de gachi.
Tomoko Aikawa
Nota: Los ideogramas kanji de la remera de Togashi, 鰯弐陸(iwashi ni riku), provienen del club de atletismo (rikujō) de la secundaria Iwashi daini. Iwashi significa “sardina” y ni (弐) es el “número dos”, por lo que alude a la Secundaria Iwashi Nº2, a la que pertenece el equipo.
FICHA TÉCNICA
Título Original: ひゃくえむ。(Hyakuemu)
País: Japón
Idioma: Subtitulado y doblado al español
Duración: 108 minutos
Género: Animación
Año: 2025
Dirección: Kenji Iwaisawa
Reparto: Tori Matsuzaka (Togashi), Shota Sometani (Komiya)
Trailer: https://youtu.be/6UCFyQHRKUw
Sinopsis: Togashi, estrella del atletismo sobre todo en los 100 metros planos, conoce al estudiante Komiya quien tiene mucha determinación para correr pero falta de técnica. Pasarán los años y sus destinos se cruzarán nuevamente, esta vez como rivales en la pista.
Pueden ir a verla en CineMark Palermo, Malvinas, Tortugas, Palmares, Hoyts Abasto, DOT, UNICENTER, Quilmes, Moreno.
Por Tomoko Aikawa
Imágenes: Cinetopia
Tomoko Aikawa es Licenciada en Estudios Latinoamericanos y Lingüística hispánica y es Especialista en Gestión Logística, Calidad, y Comercio Internacional con orientación en alimentos. Además, es intérprete, traductora, profesora de japonés y español. También es periodista y corresponsal de medios japoneses. Oriunda de Hiroshima. Es Embajadora de Hiroshima por la paz. Es Asesora Internacional de la Red de Alcaldes por la Paz (http://www.mayorsforpeace.org), dirigida por el Intendente de Hiroshima mediante la Fundación Sadako https://www.facebook.com/fundacionsadako/
Es la traductora de «La herencia de la Madre» de la editora Adriana Hidalgo y «Luz y oscuridad: una continuación» (Zoku Meian, 1990). Se trata de la primera novela de esta autora japonesa que permanecía inédita en español, y en la que imaginó un final para la obra de mismo nombre «Meian» (Luz y Oscuridad) que dejó inconclusa con su muerte Natsume Sōseki.
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