Watanabe había lanzado dos CDs a la venta. El primero en el 2011 fue un disco llamado “Michiyuki” (“Camino de nieve” en japonés) que está en formato digital y en el que toca tres tipos de flauta: la shinobue, noh kan y ryūteki, junto a Tatsuya Nakatani que hace la percusión.
El 23 de febrero del 2013 salió “Convergence”, un disco que celebra la unión entre Watanabe y Kenny Endo. Ellos dos se conocieron por primera vez cuando Kenny, un maestro de taiko célebre, invitó a un novato, el adolescente Kaoru Watanabe para tocar con él en St. Louis a principios de los 90. En este álbum la música se basa en el festival de teatro Kabuki japonés y jazz americano, la improvisación libre y otros géneros de todo el mundo.
El pasado 20 de abril Kaoru anunció en un bar de Nueva York que su nuevo álbum, “Néo” , saldrá a la venta el próximo 6 de mayo y nos anticipó un poco sobre la música que contendrá.
Sabemos que estaba trabajando en un nuevo álbum, ¿ya lo terminó?
Ya lo terminé, pero no pude anunciarlo porque no estaba a la venta, pero hubiese querido hacerlo. Es un nuevo álbum, estará llegando pronto. Contiene todas mis viejas composiciones y el concepto básico musical es música japonesa antigua incluyendo Taiko, percusión, voces…Entonces si no conoces música japonesa o si al menos la conoces, te podría sonar como que es tradicional en términos de cómo suena, en sus melodías, en cómo se siente, y su nostalgia. Pero musicalmente hay mucho metraje artístico, improvisación, varios ritmos con respecto a otros ritmos complejos que no se encuentra en la música japonesa. Es casi como el ritmo y el concepto de composición del jazz o la música clásica contemporánea, pero con el sonido y el sentimiento de la música tradicional japonesa.
¿Trabajó con otros artistas o lo hizo solo?
Trabajé con otros artistas en mis viejas composiciones y además tengo un grupo de ensamble propio, tamboristas de Taiko. Lo hice en Nueva York con percusionistas profesionales y un pianista, son músicos profesionales que entrenan a los tamborileros.
Con respecto a Ka-Don, ¿cómo es la enseñanza online y su tarea como instructor?
En realidad, además de Ka-Don, doy clases privadas por Skype y quiero que aprendan a tocar Taiko, el arte del Fue, y esas cosas. En Canadá, en Australia, en todo el mundo. Ka-don es una cosa maravillosa. Hay tres instructores y tenemos una unión con Miyamoto Unosuke Shōten, que es uno de los más antiguos y respetados fabricantes de Taiko en Tokio, que vienen trabajando hace ocho generaciones.
Es un honor que me hayan llamado para ser un instructor. Somos un equipo. La gente se suscribe y quiere aprender las bases de la Shinobue o el Odaiko, y diferentes tipos de piezas. Al mismo tiempo pueden ver y rever las lecciones. La primera puede ser para digitación, la segunda para melodías simples, la tercera para respiración, cosas así. Algunas personas no pueden y retroceden para intentar entender mejor. Así se les hace más fácil de componer los diferentes tipos de música. Incluso, algunos tienen las cuerdas para atar los taikos, y hay que tener una técnica especial para hacerlo, que es difícil de aprender. Entonces una de las lecciones es ésa.
¿Cómo fue trabajar con Bando Tamasaburo en el teatro Kabuki?
¿Qué puedo decir acerca de él? Es uno de los artistas de mayor nivel en el mundo. Como primera cuestión, la preparación para actuar fue notable, no se hace así nomás. Como cualquier situación, es difícil encontrar tiempo para ensayar y trabajar como lo esperado. A ese nivel lo más importante es el compañero, no importa cuánto tiempo y dinero tome, hay que trabajar muy duro con el compañero.
Cuando se aproximó a KODO para colaborar, él no dijo: “Ok, toquemos todos juntos”, él dijo: “Ok, necesito conocer a todos los músicos primero” y nos visitó, miró el concierto varias veces y con el fin de trabajar juntos, trató de entender a cada uno y sus diferentes estilos de música, cultura y danza. Invitó a tres de ellos a ver y a hacer Kabuki. Sin embargo, tenían que entrenar muy bien, comer sanamente. Supieron cómo se entrenaba, cómo hacían para cuidarse. Lleva mucho tiempo, se requiere de mucha inspiración, constancia y esfuerzo. Él era muy exigente y aunque no es músico, quería sacar lo mejor de ella, del sonido, trabajó sobre la inspiración, es muy remarcable en muchos aspectos.
¿Sigue en contacto con él?
Sigo en contacto con él cuando viajo a Japón.
¿Viaja a Japón frecuentemente? ¿Cómo influyó Japón en su vida?
En septiembre voy para conciertos, congresos, tours y para visitar a la familia. Tengo la suerte de siempre tocar música en Japón. Para mí, tanto Nueva York como Japón son muy importantes. Vivir en una comunidad de músicos y artistas en Nueva York es muy importante, como así también mi conexión con Japón y su cultura.
Al crecer en St. Louis no conocía mucho sobre la cultura japonesa ni hablaba el idioma, a pesar de que mis padres son japoneses. Luego de vivir en Japón muchos años, ahora puedo entender a mi propia familia, cosa que antes no lo podía hacer. Sé lo que es ser japonés y culturalmente me siento cómodo viviendo en Japón. Pero no soy el típico japonés moderno.
También empecé clases de chef de sushi con un chef de alto nivel y que tiene que viajar a Japón cada año porque olvida el sabor, el verdadero sabor, ya que en los Estados Unidos la gente lo quiere de una manera especial: el sabor cambia, la consistencia del arroz, la temperatura. Tiene que regresar cada año y recordar el propio. Para mí, que toco con muchos músicos de Taiko alrededor del mundo, todo el tiempo que toco no suena como un Taiko japonés, suena como cualquier tambor, y cuando regreso a Japón voy a todos los conciertos, al Kabuki y digo: “¡Ése es el sonido!”.
Hay otras cosas, otros sentimientos que tiene lo tradicional que a mí me gusta y quiero que siempre estén conectados con mi Taiko por la música, por mis composiciones y por mi bienestar.
¿Cómo se siente cuando toca Taiko?
Me siento muy especial. Mucha gente me pregunta: ¿cuál es tu Taiko favorito?, ¿cuál es tu flauta favorita? Noh kan, Shinobue. Afortunadamente la música, expresivamente y en su composición, tiene una gran variedad de emociones. Por eso me siento feliz al tocar Taiko. A veces, como con la pieza del terremoto y tsunami, siento tristeza, esperanza, deseo de crecer más fuerte, no es tan simple como parece.
¿Cómo se le ocurrió escribir una canción en homenaje a las víctimas del terremoto y tsunami del 2011?
Alguien me pidió que escriba una pieza en conmemoración a las víctimas. La hice la última vez que vine. La tocamos, por eso la gente del grupo ya la conocía. No solo ésta, sino cualquier pieza, cualquier canción intenta demostrar y explorar la pérdida, el sufrimiento humano y el volver a crecer, no sólo en el norte de Japón, sino en todo el mundo. Es algo simbólico y de libre interpretación.
Dictó un taller una semana atrás, ¿es lo mismo enseñar a gente de Argentina, EE.UU, Japón, o no?
De alguna manera, lo es. En términos de cuánto conocimiento, experiencia y exposición la gente tiene, ya sea buena o mala, veo similitudes. Incluso en Japón me sorprende que haya mucha gente que no conozca acerca de la música tradicional japonesa. Por ejemplo, en Buenos Aires, yo pienso que hay poca gente que conoce esta tradición, pero luego me entero que no es así y eso me sorprende. La semana pasada [26 de marzo] hubo gente que lo hizo muy bien y también hubo gente nueva, y eso está muy bien. La clave es el entusiasmo y el deseo por aprender.
¿Qué le puede recomendar a aquellos que comienzan en este arte?
Les recomiendo a todos los principiantes, en lo posible, ir a Japón. Entiendo que no es fácil, pero hay que intentarlo. Tienen que ir para escuchar el verdadero sonido. Por supuesto, que estudien japonés e investiguen. Como pasa si quisieran aprender Samba, tienen que ir a Brasil; si quieren saber Tango tienen que venir aquí. Lo importante es entender la cultura y el ambiente de cada lugar.
De esta manera Kaoru Watanabe se despedía de su segunda visita a nuestro país donde pasó por el Jardín Japonés y dio muestras de sus grandes dotes de percusionista de taiko y shinobue. La gente quedó maravillada no solo después, sino también durante el momento en que él tocaba cada pieza.
Se fue a Brasil y sigue recorriendo el mundo mostrando este maravilloso arte de los tambores y flautas japonesas que, de alguna manera, nos remontan a la tierra del sol naciente donde la música parece confluir con la naturaleza y con la hermosa tradición cultural que Japón muestra al mundo.
Agradecemos al Jardín Japonés y a Kaoru Watanabe por la posibilidad de realizar la entrevista. Estaremos esperando pronto una nueva presentación del maestro del Taiko japonés.
Primera parte de la entrevista: http://alternativanikkei.com/kaoru-watanabe-figura-del-taiko-primera-parte/
Por María Laura Martelli G. y Nahuel Murru
Foto de portada: Kaoru Watanabe y los grupos «Shinzui Daiko» y «Medetaiko» durante show de tambores japoneses en el Jardín Japonés, el 27 de marzo. Créditos foto: M.Laura Martelli