El reconocido chef argentino de origen japonés, Iwao Komiyama, recibió la distinción de “Embajador honorario de la gastronomía japonesa para Latinoamérica”, un importante reconocimiento que es iniciativa del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca del Japón.
El Embajador del Japón en la Argentina, Dn Noriteru Fukushima, fue quien le entregó el diploma con la mención y celebraron junto al equipo del programa “Cocineros Argentinos” por TV pública, donde se llevó a cabo este encuentro.
Alternativa Nikkei tuvo la oportunidad de entrevistar al famoso chef, quien fue conductor de varios programas del canal “El Gourmet”, y quien se volcó también a la enseñanza. También es autor de varios libros de cocina y Jurado en destacadas escuelas de gastronomía del mundo.
Este año ha sido nombrado “Embajador honorario de la Gastronomía Japonesa para Latinoamérica, ¿qué significa para usted haber recibido esta distinción?
Para mí es un gran honor. Empecé hace muchos años con el sushi en Argentina y fue un gran esfuerzo lograr que la mayoría de los argentinos se animaran y probaran. Me siento muy feliz con este reconocimiento. Además, habiendo nacido en Argentina y de padres japoneses, poder mostrar mi cultura japonesa, que a la gente le guste y que los japoneses lo hayan valorado, me pone muy contento.
El encuentro lo celebramos en el programa de Cocineros Argentinos. Preparé un plato muy simple, yakitori, para hacerlo más popular y no tan formal. Fue corto, pero muy emocionante.
¿Cómo surgió su interés por la cocina? ¿Cómo fue desarrollando sus estudios y la práctica gastronómica?
Yo vengo de una familia donde mi abuela y mi padre eran chefs. Ellos migraron de Tokio a Argentina en los ’60. Mi abuela tenía un restaurante allá, pero lo perdió en la Segunda Guerra Mundial. Su sueño era volver a poner un restaurante, y cuando llegó a la Argentina logró poner el primer restaurante de sushi. Nosotros vivíamos atrás del local, y siempre estaba en la cocina, además de que era muy apegado a mi abuela.
A los 12 años le dije a papá que quería ser cocinero. Así que empecé desde muy chico hasta hoy en día. Empecé con cocina japonesa clásica durante unos 10 años, del ’78 al ’88. Después de esos años fui a EE.UU para estudiar el producto del “sushi californiano”, y lo traje por primera vez a Argentina.
Hace 30 años comer sushi era raro, hoy en día forma parte de la gastronomía argentina.
El tema es que yo empecé aquí con el sushi cuando se lo veía como algo extraño. En un país donde la gente comía carne, era casi impensable para la gente comer pescado crudo. Por eso, a pesar de haber instalado el primer restaurante de sushi en Argentina, y ser pioneros en este producto, en su momento costó. Al principio venían diplomáticos o japoneses, y mucho después comenzaron a venir argentinos.
Fue conductor de varios programas en el canal Gourmet. ¿Me puede comentar cómo fueron sus inicios en el canal y qué le deja como experiencia?
En televisión empecé a trabajar en la década del ’90. Yo al principio no pensaba en estar en ese formato, era mi suegra la que me decía que me veía en un perfil televisivo. Pero yo tenía un poco de miedo: era chef, estaba siempre dentro de la cocina, era de formación japonesa…Pero me animé porque yo les dije que no iba a hablar, sólo cocinar. Entonces pusieron una voz en off encima de las preparaciones que iba haciendo.
Como me fue muy bien en el programa, terminé negociando por cuatro programas en el canal. Llegué a hacer 100 programas en un año. Pero después lo fui haciendo más tranquilo, con más cuidado, y siempre con seriedad.
Gourmet me dejó muchas enseñanzas. A mí me gustaba porque yo podía hacer una alta cocina, elegía muy buenos productos, y para gente que le gustara comer bien.
También dicta clases en diferentes escuelas de gastronomía, ¿qué es lo que le gusta de enseñar?
En el ’97 empecé a enseñar en escuelas y acá ves cosas muy especiales. Hay niños desde 12 años hasta señores de 70 años. Y el espectro del público es muy amplio también, por eso me gusta: hay amas de casa, estudiantes, adolescentes, empresarios…
Actualmente trabajo en el Instituto Argentino de Gastronomía (IAG) y en el Instituto Superior Mariano Moreno. Doy clases de sushi (nivel básico, avanzado y profesional), y otras clases de cocina como la oriental.
Estoy contento de poder enseñar a la gente que le apasiona lo mismo que yo. En mi época era más difícil para aprender, no hay escuelas como ahora, y había muchos celos entre los chefs para enseñar. Viajaba a Japón como pasante para aprender de diferentes lugares, con todos los gastos por mi cuenta.
Antes de que terminara la entrevista, Iwao-san mencionó algo que lo marcó a nivel personal y en la cocina, que era la enseñanza de su abuela y su padre: “la cocina es un acto de amor”. Ese amor por la cocina, sin duda, lo acompaña siempre, y es algo que también transmite a sus alumnos.