Shunji Iwai (岩井 俊二) es un director de cine japonés nacido el 24 de enero de 1963. Sus películas se caracterizan por una estructuración muy sutil y sensible, muchas veces basándose en lo experimental para narrar y construir una estética, y otras tantas descansando en la simpleza para transmitir un aura de cotidianidad, haciendo énfasis en los pequeños mundos que atraviesan a sus protagonistas. Con una mirada profunda y poética, abordó sus inquietudes desde diversas perspectivas: abrazando el romance en “Love Letter” (1995), las enfermedades mentales en “Picnic” (1996), la belleza de lo cotidiano en “April Story” (1998), la transformación social y tecnológica acontecida en Japón por el cambio de milenio y el bullying y acoso juvenil en “All About Lily Chou-Chou” (2001), la amistad en “Hana y Alice” (2004), el tradicionalismo en “A Bride for Rip Van Winkle” (2016) e incluso incursionando en la distopía en “Swallowtail Butterfly” (1996). Actor principal del film “Ritual” (2000) del director Hideaki Anno, se aventuró también en la animación con “El caso de Hana y Alice” del año 2015 (precuela de su icónica cinta).
Iwai es una de las grandes mentes del cine japonés moderno, ha marcado una época y un estilo desde que comenzara a hacer películas, allá por la década de los 90. Con Alternatina Nikkei tuvimos la posibilidad de realizarle una pequeña entrevista de manera escrita intercambiando mails. Y desde ya agradecemos la amabilidad y buena predisposición del equipo de Shunji Iwai y del director mismo, y creemos que ha quedado una lectura interesante y enriquecedora.
Sin más para agregar, los dejamos con la entrevista:
Antes que nada quería agradecerle por su tiempo, y consultarle sobre sus influencias autorales: ¿Hay alguna película, serie o libro que haya inspirado al joven Shunji Iwai para embarcarse en el mundo audiovisual?
Hay muchas. Películas japonesas, manga y anime, así como películas extranjeras y dramas televisivos. Desde mis años de jardín de infantes, me han encantado las animaciones de Toei Animation, donde trabajaba Hayao Miyazaki.
En cuanto a su filmografía, una cinta indispensable es sin duda “Love Letter”. Algo que me fascina de este film es cómo logra tomar la cuestión de la pérdida y transformarla en una experiencia sanadora a través de la nostalgia y de los recuerdos ¿Cómo surge este enfoque tan luminoso y a su vez cubierto por ese halo del primer amor? ¿Qué tanto hay de la historia personal de Shunji Iwai en la creación de esta obra?
No tuve las mismas experiencias que la historia, específicamente. Sin embargo, creo que esta obra no podría haberse creado sin las diversas experiencias que viví como estudiante.
En lo personal siempre me resultó original e intrigante la idea del muro como el anclaje por el que transitan los personajes de Picnic, una línea que divide la fantasía de la realidad y que conecta varios mundos entre sí. Sobre todo el relato sobrevuela una mirada profunda sobre las enfermedades mentales y el vacío de vivir sin un propósito en una sociedad que le da la espalda a estas problemáticas. Quería preguntarle ¿Cómo se idea la metáfora del muro? Y por otro lado ¿De qué manera nace el interés por abordar y crear personajes atravesados por estas realidades?
Japón es un país pacífico, pero siento que lo damos por sentado y estamos algo insensibilizados ante ello. En los años 90, hubo un momento en el que sentí que Japón era como un gran hospital y me pregunté qué pasaría si saliera de ese mundo. Eso se convirtió en la idea para esta historia.
All About Lily Chou-Chou (2001)
Hay algo muy interesante en “All About Lily Chou-Chou” que es la exploración de la identidad. Desde un costado comunicacional, y sobre todo abrazando la idea de la globalización sumida en una especie de sueño digital ¿Qué inquietudes le llevaron a reflexionar sobre el peso del internet en la soledad o en las situaciones límite? ¿Cree que de algún modo ese auge de la red, en el mundo de hace 20 años atrás que plantea la película, canalizó una idea de escapismo ya existente en la sociedad japonesa?
Para comenzar, los seres humanos no están satisfechos solo con su entorno inmediato, sino que anhelan información de un mundo completamente diferente. Esta tendencia existió mucho antes de la era de Internet. Por ejemplo, ver partidos de béisbol y fútbol sintiendo felicidad/tristeza e involucrándose emocionalmente con los jugadores, y ver películas/noticias y leer periódicos. Pasamos gran parte de nuestro tiempo en nuestras vidas diarias fascinados por eventos que ocurren en un mundo con el que no nos relacionamos. He tenido el deseo de retratar estos contrastes en las películas desde que estaba en mis veinte años.
Centrándonos un poco más en el aspecto técnico, si hay algo en lo que destaca también “All About Lily Chou-Chou” es en su estética. Lo acompañó en este y en varios de sus proyectos el director de fotografía y operador de cámara Noboru Shinoda, quien ya había colaborado con otros grandes directores como Shinji Sōmai o Isao Yukisada, entre otros ¿Cómo fue trabajar con él? ¿Cómo se crea un mundo audiovisual que transmita de una manera tan sutil y poética problemáticas tangibles y muchas veces tan crudas alrededor de la juventud?
Noboru Shinoda estaba profundamente versado en tipos de película y revelado. También conocía mucho sobre cámaras y lentes y era muy exigente con los filtros. Aunque le encantaban las grúas y los jibs, nunca quiso usar un trípode. No creo que haya tomado una sola foto con un trípode en todo el trabajo que hicimos juntos. En fotografía, le encantaba Hasselblad y me enseñó lo grandioso que era el filme de formato medio. Fue mi mentor en tecnología de cámaras.
A Bride for Rip Van Winkle (2016)
Hay cierta esencia teatral o ficcional en nuestro mundo moderno, casi por inercia nos desenvolvemos de una manera u otra dependiendo del contexto y de las presiones sociales. Dentro de ese marco, una sociedad como la japonesa somete muchas veces esa impostación propia de estos tiempos en una norma fundacional. En “A Bride for Rip Van Winkle” esos arquetipos son expuestos de una manera crítica, sobre todo planteando una vinculación entre las apariencias y el rol de la mujer a través de una lógica patriarcal ¿Cuál es, a su entender, la búsqueda que debe de hacer la juventud para romper un poco con esa rigidez imperante del tradicionalismo? ¿Cree que habrá un punto en el que se pueda despegar de las apariencias y conectar las realidades emocionales de cada uno con los demás de una manera sincera?
Personalmente, no creo que la esencia de la naturaleza humana cambie mucho, aunque puede haber un cambio en las tendencias de los tiempos. Si la esencia cambiara, deberíamos sentir que la Biblia o las Fábulas de Esopo son solo valores antiguos. Los viejos valores pueden ser actualizados por los nuevos, pero entonces podríamos sufrir nuevamente con esos nuevos valores. Es el karma de la humanidad.Nanami y Mashiro son dos mujeres que se empoderan a través de un sistema que las busca categorizar y volver piezas de utilidad para los hombres, quebrando de este modo los mandatos sociales y deconstruyéndolos con sus actos ¿Qué tan importante es para usted transmitir y visibilizar mediante el cine las pequeñas y grandes luchas de estas mujeres?
En un mundo que se considera correcto, Nanami ha perdido su camino, y en un mundo que se considera incorrecto, Nanami ha recuperado su confianza. Quería crear una película en la que el mundo pareciera estar al revés.
Para finalizar, me gustaría conocer un poco sobre su mirada respecto al cine japonés moderno: ¿Cómo cree que cambió desde el momento en el que comenzó a crear películas? ¿Hay algún director o film que recomiende o le guste mucho?
Cuando rodé “Love Letter”, era una época en que las películas extranjeras eran más populares y las películas de mi propio país no tanto. Comparado con eso, creo que ahora vivimos en un tiempo mejor. Kon Ichikawa y Jun Ichikawa… ya han fallecido, pero eran mis directores de cine favoritos cuando era joven. Hay muchos más, pero tal vez te lo cuente en otra ocasión. ¡Jaja!
Entrevista: Fran Parisi @azylath
Photo by Dalong Yang @dalongdalong
Imágenes en la nota: Captura y MUBI