En años recientes ha imperado en Japón un álgido debate respecto a la legislación que remite a crianza y tenencia de menores. Con el alza en la cantidad de matrimonios mixtos surgieron problemas en dicho sentido. El año pasado Japón pasó a formar parte de un convenio que regula estas cuestiones y demás tópicos vinculantes.
Qué es la Convención de La Haya
Vulgarmente se suele denominar Convención de La Haya al Convenio sobre los aspectos civiles de la sustracción internacional de menores, alcanzado por diversas naciones en 1980. Éste tiene como objeto la restitución inmediata de menores sustraídos de forma ilícita y la protección de los derechos de custodia de menores en clave internacional. A medida que la globalización ha ido evolucionando trajo aparejadas nuevas dificultades. La sustracción ilegal de menores precisó de un marco regulatorio reconocido por diversas naciones. A dichos efectos, el convenio establece grados de cooperación entre autoridades estatales para la restitución de menores (hasta los 16 años de edad).
Se delimita como infracción de un derecho de custodia reconocido y otorgado por un Estado. De igual forma sucede con la residencia del menor, buscando mantener cierto status quo en cuanto a custodia ¿Qué implica esto? La convención reconoce que si un Estado otorga derechos de custodia de un menor que reside en éste, en caso de ser secuestrado y trasladado ilegítimamente a otro Estado miembro de la convención, se estaría infringiendo la ley. Las autoridades del segundo Estado estarían obligadas a adoptar una decisión en base a su restitución. Para esto los reclamos deben estar dotados de inmediatez (extensibles a plazos de seis meses), porque la prolongación temporal de la estadía del menor secuestrado podría incurrir en rechazo de la restitución.
Complejidades de la legislación japonesa
El aumento significativo de los matrimonios mixtos en Japón ha llevado a diversas problemáticas legales que atañen a divorcio, crianza y tenencia de hijos. Históricamente el sistema legal japonés ampara dichos estadios bajo la categoría de “cuestiones personales”. Tácitamente hace que los padres lleguen a un acuerdo privado en cuanto a tenencia y crianza, careciendo en primera instancia de un mecanismo coercitivo que obligue una decisión judicial. Básicamente esto lleva a que el primer padre que se queda con el hijo sea quien lo críe ¿Por qué sucede esto? En caso que los padres no lleguen a un acuerdo y recurran a la justicia, el juez tiende a inclinarse por el mayor que tenga la tenencia de facto del menor.
En los matrimonios mixtos, la parte extranjera suele tener amplio desconocimiento del sistema legal japonés. Al mismo tiempo dicho sistema tiende a fallar a favor de la parte japonesa. A lo largo de los años ha sido difícil la situación de diversos padres extranjeros que han visto a sus hijos secuestrados a manos de sus padres japoneses. Amparados en la ambigüedad legal y la diferenciación sistémica, la sustracción ilegal hacia el Japón como tanto dentro de éste condujo a una mayor presión por parte de la comunidad internacional.
Japón como estado miembro de la Convención
Luego de tratar la cuestión durante años en la Dieta, hacia fines de 2013, comienzos de 2014 Japón adhirió y ratificó la Convención de La Haya. De esta forma la administración Abe fijó límites tanto a la sustracción ilegal hacia Japón como también de la sustracción de menores japoneses hacia el extranjero. Un instrumento internacional de semejante jerarquía, como lo es la convención mencionada, ha permitido legislar un área que perjudica en el plano externo a las naciones que no reconocen derechos de restitución de menores y de tenencia. La adhesión ha sido un importante avance del Estado japonés en una temática que cada vez afecta a más personas en Japón.
Información útil para el lector
Foto
de portada: Padres y madres sostienen un banner que celebra la incorporación de Japón a la Convención de La Haya en una demostración que realizaron en el Yoyogi Park de Tokyo en marzo de 2014. Vía Archivo Asahi Shimbun