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Necochea y Kanazawa, dos ciudades unidas por un jardín

El Jardín Japonés de Necochea, nace por la melancolía de un inmigrante que extrañaba su lejana tierra de origen. Los detalles y la historia de este emblemático espacio verde, cargado de importantes símbolos de la cultura nipona.

Además de ser el principal pulmón verde de Necochea, el Parque Miguel Lillo se caracteriza por la presencia mayoritaria de pinos entre su vegetación. Esta plantación, hoy cuestionada por muchos ambientalistas, se decidió con el fin de fijar los médanos.

Sin embargo, entra tanto pino y alguna planta nativa, se enclava en medio del parque un prolijo espacio con arboles traídos del lejano oriente. Se trata del Jardín japones, un lugar que cada primavera se tiñe de flores blancas y rosáceas, aportando diversidad al parque, además de ser un punto habitual de encuentro las tardes de sol.

Este emblemático lugar, tuvo su origen en la melancolía de un vecino de nuestra ciudad, Suneo Nakajima , pionero de la migración desde Japón, quien extrañaba la Sakura. Es importante aclarar para quienes no están familiarizados con la cultura oriental, que la Sakura , o floración de los cerezos japoneses, es un acontecimiento natural muy apreciado por la comunidad porque adelanta la llegada de la primavera y simboliza el renacer de la propia vida y de su belleza.

Era la década del 70, sin redes sociales o telefonía móvil, por lo que Nakajima, le contó su situación vía carta a un amigo de su infancia, Hideo Anada, que vivía en la otra parte del mundo, más precisamente en Kanazawa, Japón. En esta ciudad, ubicada a 19,280 kilómetros de Necochea, Anada trabajaba como profesor de la universidad. Al enterarse de la nostalgia de Nakajima, a su amigo docente se le ocurrió la idea de enviar por barco 115 cerezos y 25 durazneros a Necochea.

                                                                           Jardín de Kanazawa

Esta donación, coordinada en conjunto con las autoridades municipales de Necochea y Kanazawa, fue el punto de partida para la construcción del Jardín Japonés y también para la relación entre estas ciudades tan alejadas geográficamente. La comunidad japonesa instalada en nuestra ciudad, fue trabajando en el diseño del Jardín, que fue finalmente inaugurado de forma oficial el 12 de octubre de 1990.

Ramón Yamamoto, referente de la comunidad japonesa en Necochea y dueño de un importante vivero, dialogó con este medio, contando algunos detalles sobre el jardín y la migración nipona a nuestra región. Al respecto explicó por ejemplo que «el municipio de Necochea envió unas semillas de arboles autóctonos a Kanazawa. Germinaron y crecieron, pero no se tiene información certera de si esos ejemplares continúan en Japón».

En cuanto a la migración japonesa a Necochea, Yamamoto explicó que «nuestra colectividad tuvo su auge en la década del 80, con familias que se dedicaban sobre todo a la tintorería y a la apicultura. Nuestra familia fue la única conformada por floricultores» . En los últimos años, los cambios culturales, alimenticios y tecnológicos afectaron a los rubros de la tintorería y la apicultura, por lo que varias de las personas de la comunidad abandonaron Necochea.

Según los cálculos de Yamamoto, en el momento de apogeo había unas 20 familias de origen japones viviendo en Necochea, mientras que ahora quedan aproximadamente la mitad. Varios de los niños japoneses criados en nuestra ciudad, decidieron emigrar localidades más grandes, volver a Japón o probar suerte en Australia.

En cuanto a los amigos que propiciaron este jardín , Yamamoto contó que lamentablemente Nakajima falleció antes de ver terminado este proyecto. Sin embargo, el profesor Anada si pudo darse el gusto de viajar desde Japón para la inauguración oficial de 1990.

Sobre la importancia del jardín para la comunidad japonesa, Yamamoto expresó que «es simbólicamente nuestro». Entre las múltiples referencias a la cultura nipona , se encuentra por ejemplo el arco de bienvenida, denominado Torii, que funciona «como portal de bienvenida, simbolizando un lugar sagrado, cultural y tradicional».

Por último, cabe recordar que hasta mañana 12 de julio, Yamamoto y varios viveros de la ciudad están impulsando la iniciativa «Necochea Florece», mediante la cual, un tercio de las ganancias obtenidas serán donadas al Hospital.

Por Simón Franco para Diario Necochea | IG: Diario Necochea
Imágenes: Simón Franco para Diario Necochea

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