Como invitada para exponer sobre “Nikkeis en Latinoamérica”, Mónica Kogiso partió de Buenos Aires y llegó a Valparaíso con el mensaje de paz que enarbola Peace Boat alrededor del mundo. En esta etapa, más que en otras, la protagonista es la Paz y los que sobrevivieron a su contracara de guerra e intolerancia.
Peace Boat coordina un proyecto llamado “HIBAKUSHA” en donde los sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki viajan a bordo del barco para dar su testimonio sobre el efecto de las armas nucleares. En el 2015 se conmemoró el 70 aniversario del bombardeo sobre Hiroshima y Nagasaki, un año muy especial en el que también viajó una sobreviviente. Desde 2008 más de 150 hibakushas compartieron sus relatos en más de 60 países.
Mientras viajan participan en programas de intercambio alrededor del mundo con otros sobrevivientes, víctimas de la guerra y de la violencia con el objeto de construir un mundo sin guerras ni armas nucleares. Es así que han estado con los sobrevivientes de la guerra civil en el Salvador o víctimas de las pruebas nucleares en Tahití.
La conocí a Toshiko Tanaka, sobreviviente de la bomba de Hiroshima, mientras escuchaba los relatos de 3 mujeres que vivieron durante la dictadura de Pinochet en un paseo cerca del Museo Naval que realizamos con el grupo en Valparaíso. Una de ellas fue arrestada por distribuir folletos en el cuartel Silva Palma y torturada durante 5 días y luego fue llevada a una prisión oficial. Fue uno de los 28.000 torturados, 2279 ejecutados y 1248 desaparecidos durante esa etapa de la historia chilena.
El grupo presenció luego una ceremonia en memoria de los desaparecidos chilenos en una plazoleta donde se erige un monumento con una plaqueta con sus nombres. Hubo un discurso de una de las hijas de desaparecidos, una canción de Violeta Parra y luego se entregaron 1000 tsurus origami que fueron plegados a bordo por los participantes del barco como símbolo de paz. Luego Toshiko fue quien tomó la palabra y leyó un emotivo discurso sobre la paz.
Durante el almuerzo, tuve la posibilidad de sentarme al lado de ella. Me contó que tenía 6 años cuando cayó la bomba atómica en Hiroshima. Ella estaba regresando de la escuela. Todos sus compañeros fallecieron. Recuerda ese tremendo flash como si fuera hoy. Nunca contó sobre su experiencia personal hasta cumplir los 70 cuando decidió compartir su testimonio por primera vez cuando el barco visitó Caracas, Venezuela.
Escuchar de las palabras de estos sobrevivientes sus testimonios es la mejor forma de entender que no hay mejor arma que la paz misma.
Para ser parte de Peace Boat
Viajar como participante (pasajero)
La mayoría de los pasajeros son japoneses pero son bienvenidos pasajeros de todas las nacionalidades y edades. No es un crucero tradicional de turismo. Los pasajeros participan activamente en las diferentes actividades que se desarrollan en el barco. Experimentan y comparten un turismo socialmente responsable. Es ideal para aquellas personas que quieren intercambiar y conocer japoneses o aprender japonés a bordo con los mismos participantes.
Ser parte como voluntarios
Hay varias formas de participar en este formato, por ejemplo como intérprete para desarrollar sus programas a bordo, como profesores de español y profesores de inglés para llevar adelante el programa de idiomas a bordo del Barco de la Paz que se conoce como GET (Global English/Español Training). También existen programas de pasantías y voluntariado en los siete centros del Barco de la Paz en Japón.