En mayo de 2013, Akira Takeuchi se integró a Alternativa Nikkei como colaborador con sus recetas tradicionales japonesas y sus platos originales. Hoy lo entrevistamos para saber qué es de su carrera gastronómica y su vida en Argentina.
Desde pequeño supo que le gustaba la cocina, hoy con jóvenes 31 años es chef de marca de Tea Connection, responsable de la carta y está a cargo de unas 70 personas que trabajan en las 11 cocinas de los locales de esta empresa gastronómica.
Como empezó de muy chico, se puede decir que tiene más 15 años de experiencia en gastronomía. “Cuando tenía 10, 12 años me empezó a gustar la cocina, por mi madre que fue cocinera, y mirándola a ella fui aprendiendo y comencé a cocinar en casa. Cuando tenía 15, entré a trabajar part-time en un restaurant cerca de mi casa en la ciudad de Nikko, en la prefectura de Tochigi. Después viajé a EE. UU., estuve en Dakota del Sur por un intercambio y ahí tomé un año de arte culinario en el Mitchell Technical Institute.
Cuando terminó la secundaria en Japón, volvió al mismo instituto a realizar el curso terciario donde aprendió los fundamentos de la cocina (cocina básica, nutrición, higiene, matemática y computación aplicada a la gastronomía, etc.). Hizo parte de la pasantía del curso en un restaurante italiano llamado Spezia’s y la completó en Japón en el local de comidas de su tío ya que tuvo que volverse cuando venció su visa de estudiante. Para entonces tenía apenas 20 años y se fue a Tokyo donde trabajó en un restaurante coreano durante 4 años.
Así como habla muy bien el inglés (algo particularmente raro entre los japoneses), comprobamos también que maneja con naturalidad el castellano que aprendió en estos 8 años que lleva en Argentina. Vino en el 2007 y, al igual que en Estados Unidos, se dedicó a aprender el idioma y a mejorar en su profesión. “Como no sabía bien el castellano, empecé a trabajar en el Colegio Privado Argentino Japonés “Nichia Gakuin” cocinando para los chicos y, a la vez, aprendiendo el idioma.”
Ya instalado en Buenos Aires, fue convocado por varios restaurantes y ahí retomó la cocina japonesa, asesorando y tratando de mejorar lo que es la gastronomía japonesa en nuestro país. Un paso importante fue comenzar a trabajar con Takehiro Ohno en 2009, con él continuó su formación como profesional y aprendió sobre cocina vasca, la especialidad del reconocido chef. Mientras tanto continuaba dando clases de cocina, preparaba sushi, hacía asesoramiento y eventos culturales. Luego de su paso por otro conocido restaurante /delivery japonés de esta ciudad, de su vuelta a los pagos japoneses (lo estuvimos siguiendo en diversas notas gastronómicas que Akira nos envió de su viaje), en enero de 2015 ingresó como chef de la marca Tea Connection.
“Aquí tengo a cargo a unas 70 personas de las 11 sucursales. Mi trabajo es el mantenimiento de los platos, hacer la carta que renovamos con cada estación del año, enseñar y capacitar junto con Ohno que sería el director general del área culinaria.”
Akira tiene una gran responsabilidad en sus manos, ya que en cualquier empresa gastronómica, el corazón de la misma son los platos ofrecidos que se distinguen por la calidad de sus ingredientes, la preparación dedicada y la aceptación del gusto del comensal.
“Cada 3 a 4 meses, tenemos una carta nueva. Como básicamente usamos productos naturales, incorporamos los productos frescos de la estación. En esta carta de otoño-invierno, tenemos platos calientes y renovamos las frutas que se utilizan de acuerdo a esta época del año. Las recetas son adaptadas en cuanto a los pasos de realización o a los ingredientes para que todos los locales puedan hacerlas y ofrecer los mismos platos. Yo coordino en todos los locales el tema de la cocina ya que todas son diferentes. ”
Su trabajo es mucho más que pensar en los platos y adaptarlos, también existen otros factores que forman parte de su trajín diario y tienen que ver con las circunstancias propias de nuestro país en lo que respecta a la infraestructura, por ejemplo.
“Hoy en día prácticamente no estoy cocinando, sino que estoy yendo de sucursal en sucursal, mirando, enseñando, controlando, escuchando las inquietudes, tratando de solucionar las complicaciones de porqué no salen bien los platos; además están los problemas “técnicos” de todos los días, porque no hay luz o no hay gas, o no funciona la cocina, etc. etc., algo que raramente pasa en Japón.”
Mientras trabajó en Tokyo fue jefe de cocina y dado que actualmente también tiene un cargo con similares responsabilidades, le preguntamos cuáles eran las diferencias entre una cocina de un restaurante en Japón y uno en Argentina. Recuerda que tanto allá como aquí, hay una intensa rotación de personal ya que, por las condiciones laborales flexibles, se emplea a muchos jóvenes. Pero no todos tienen interés por la carrera gastronómica; lo fascinante es encontrar entre ellos, a alguien en verdad apasionado o apasionada por la cocina.
“En cuanto a equipamiento no hay muchas diferencias entre una cocina en Japón o en Argentina, pero la gente, los trabajadores tienen una educación básica diferente, además de la cultura lógicamente. Aquí tenemos muchos empleados colombianos y venezolanos, aparte de argentinos, y los chicos no han tenido tantas oportunidades de conocer o probar los platos que hacemos, es una cuestión económica de acceso a muchas cosas, incluso la gastronomía. En Japón, tenés todo, todo preparado para mirar, comprar, para probar; acá todavía no hay tantos productos, ni conocimientos ni enseñanza. Tengo que empezar prácticamente de cero con ellos.”
Es joven aun y ha logrado mucho en su carrera, pero ¿qué es lo que más le gusta de la cocina? Ante esta pregunta Akira se remonta a sus comienzos y nos cuenta cómo fue creciendo en su trabajo.
“Cuando empecé yo fui obviamente como un pasante, bachero, un empleado más, y de ahí hasta los 9 ó 10 años lo único que quería era aprender y cocinar todos los días, no pensaba en lo que quería ser o hacer. Después cuando fui responsable como jefe de cocina de otros chicos, me di cuenta que lo que me interesa mucho es enseñar. Cómo tienen que trabajar, que cortar, que disponerse a trabajar, yo también estoy aprendiendo de Ohno como mi jefe y lo transmito, es muy bueno eso. ”
Además de su amor por la cocina, a Akira le gusta la música. Dice sin reparos y con orgullo: “además de ser cocinero, soy músico”. En Argentina, comenzó a tocar el taiko en Mukaito Taiko, cuando en Japón apenas sí escuchaba música tradicional japonesa. Pero dedicarse a la música no sólo se debe a su afición personal, él lo atribuye al estilo de vida que puede hacer aquí en Argentina.
“Ahora tengo más tiempo libre, en Japón primero viene el trabajo, y después por ahí la familia; acá es primero tiempo para la familia y los amigos, después el trabajo y por eso es que estoy como aprendiendo a vivir otra (forma de) vida.”
Una vida que nunca hubiera imaginado si no la estuviera viviendo día a día acá entre argentinos con tiempo para desarrollar un hobby, para afianzar más lazos sociales, para compartir más buenos momentos con gente que realmente le interesa.
Esta nueva etapa de Alternativa Nikkei como medio digital tal vez pueda ayudar a hacer realidad la inquietud de nuestro chef colaborador y aquí es necesario la ayuda de nuestros lectores/seguidores que, audaz o tímidamente, se atrevan a cocinar y a experimentar como hace Akira.
“Las recetas que comparto en Alternativa son todas de mi propia creación, las hago en casa, las pruebo, y las apruebo; después les saco una foto para que la publiquen junto con la receta. Lo que me gustaría de los lectores es que me manden sus fotos o comentarios de cómo les salió el plato. Me encantaría saber que tal les fue con mis recetas.”
Argentina parece ser el lugar donde Akira crecerá aun más, profesional y personalmente. Tiene planes incluso, ideas que en algún momento podrían llegar a concretarse.
“Me gustaría compartir un poco de mi vida diaria acá, y mis gustos y comentarios sobre la comida argentina. Poder viajar por todo el país y dar mi impresión sobre los platos de cada región, empezando por Buenos Aires que es muy linda y mucha gente en Japón todavía no conoce. “
Y para no ser menos, ya tiene una preferencia en la comida local y le ha tomado el gustito al asado del domingo, lo cual indica un alto grado de “argentinización”.
“Lo que me gustan son los guisos tradicionales con chorizo (en Japón hay, pero no lo ves tanto), carne, muchas verduras. Y de Argentina en particular, me gustan los domingos cuando hacés un asado y te podés pasar todo el día compartiendo el tiempo con la familia y los amigos, eso en Japón o Estados Unidos no existe.”
Queremos seguir compartiendo con todos nuestros lectores una parte muy importante de cualquier cultura y sociedad, la gastronomía. Aquí en Argentina, la culinaria japonesa está bien representada por este joven chef Akira y lo vamos a seguir acompañando sin perderlo de vista.