Detenidos desaparecidos nikkei no serán olvidados.
Historias que enorgullecen, que entristecen, que te embroncan (cada vez más), historias que avergüenzan, que se desconocen, que se ocultan (cada vez menos), fueron protagonizadas por jóvenes nikkeis idealistas que no podían quedarse de brazos cruzados ante las injusticias sociales de su tiempo.
Sin juzgar si estaban equivocados o no al adherir a las ideas políticas revolucionarias, lo que uno nunca pensaría es que de la estereotipada idiosincracia de los japoneses (a los ojos de los no japoneses) de sumisión, de obediencia a la autoridad y a las leyes, de apego al orden establecido pudieran surgir estos jóvenes idealistas.
Pero ellos y ellas no eran japoneses al 100%, eran argentinos y argentinas con diferentes grados de japonesidad, con mucho compromiso social, y básicamente jóvenes que tenían las mejores intenciones de hacer el mundo mucho más justo.
Sus orígenes japoneses no fueron impedimento para ser consecuentes con sus ideas, aquellas que los condenaron a ser detenidos y desaparecidos en la última dictadura militar. Sin embargo, esos orígenes sí fueron impedimento para que sus propias familias los reconocieran como fueron: luchadores, idealistas, comprometidos; fueron un impedimento para que se hablara de ellos, para que se los buscara, para que se les hiciera justicia.
Muchos padres de estos jóvenes todavía no entienden qué les pasó por la cabeza a sus hijos, muchos de esos padres nunca más volvieron a hablar de sus hijos o hijas desaparecidos, resignados por el fatalismo (propio del pensamiento japonés) no quisieron que se supiera y se indagara, si hubo culpa y remordimiento siempre quedó en el fuero interno de cada padre y madre japonés; pero sus hermanos y hermanas, sus hijos e hijas, los que contemporáneamente vivieron la realidad argentina de esos días, están revirtiendo ese olvido.
Así es que conformaron hace unos años la agrupación de Familiares de Desaparecidos de la Colectividad Japonesa, realizaron actividades y la muestra bio-fotográfica “No desaparece quien deja huella”.
Hoy además se exhibe el documental “Silencio roto, 16 nikkeis” que recoge emotivamente lo que tienen que decir estos familiares sobre sus seres más queridos, lo que recuerdan de ellos, lo que significó en su familia la desaparición, y la lucha y el anhelo para que se haga justicia y se pueda dar un cierre a la altura de lo que fueron sus vidas.
Idea original de Karina Graziano – Dirección Pablo Moyano. En el cine Gaumont, hasta el miércoles 1 de abril, función 19:40hs