A partir del 12 de junio y por un mes, la expectativa, el entusiasmo, la esperanza, las alegrías y tristezas estarán signadas por la suerte de nuestra selección nacional de fútbol o de aquella a la que preferimos por otras razones de afinidad. El Campeonato Mundial de Fútbol Brasil 2014 será el escenario para dirimir cuál es el mejor equipo de fútbol entre los 32 que llegaron a esta instancia.
Gran cantidad de nuestros lectores seguramente tendrán el corazón dividido entre 2 selecciones: los de la celeste y blanca y los Samurai Blue. El equipo argentino estará disputando en el Grupo F con Bosnia, Irán y Nigeria, mientras que Japón compite en Grupo C con Colombia, Grecia y Costa de Marfil. Según el fixture, los equipos no se cruzan en 8vos de final, pasando a 4tos existiría esa posibilidad.
Por historia y antecedentes, se espera que la Selección nacional pase a esa etapa, no sin dificultad, pero con grandes oportunidades. Para los Samurai Blue, el mejor equipo de la región asiática, la meta es precisamente superar los 8vos, es decir, hacer una mejor performance que en las 4 participaciones anteriores.
La consultora internacional Goldman Sachs preparó el informe The World Cup and Economics 2014* (La Copa Mundial y la Economía 2014) donde se explaya sobre los aspectos económicos – financieros de un evento como es el Mundial de Fútbol. Es la cuarta edición del reporte, pero, este año, también se dedicaron a afinar sus capacidades analíticas construyendo un modelo de probabilidades de victoria en un partido determinado basándose en los antecedentes y características futbolísticas de los seleccionados.
¿Quieren saber primero la buena noticia o la mala que nos ofrece este informe?
La buena: Argentina llegará a las semifinales junto con Brasil, Alemania y España. Sin embargo, la Copa se la llevaría el país anfitrión ya que le dan un 48,5% de posibilidades de lograrlo.
La mala: Japón tiene apenas un 10% de posibilidades de alcanzar los 4tos –el objetivo en principio del grupo nipón–, y un 0,0% de llegar a ser campeón.
Sin embargo, como dicen, “los partidos hay que jugarlos”, “en el fútbol nunca se sabe, eso es lo lindo del fútbol”…. Tal vez, factores no tenidos en cuenta en la probabilística, como el empeño, el “ganbarimasho”, el orden, la disciplina, la habilidad se combinen con un poquito de suerte y las cosas salen distintas para los japoneses.
La meta más ambiciosa puede implicar una decepción más grande, una meta “cómoda” puede darnos una mayor satisfacción si logramos ir más allá. Así están Argentina y Japón en este mundial. De todos modos, el corazoncito albiceleste late más fuerte y mi deseo personalísimo, como el de muchos, es que Argentina sea campeón en este Brasil 2014.