Hablar del escritor japonés Haruki Murakami tal vez sea mencionar un universo en sí mismo con constelaciones de variada luminosidad.
Oriundo de Kioto, nació el 12 de enero de 1949. Era el hijo único de Miyuki y Chiaki Murakami, quienes dictaban clases de literatura, y nieto de un sacerdote budista.
En su formación cultural y de vida fue recogiendo diversas influencias, muchas de ellas puntos referenciales de la cultura de occidente.
Creció escuchando jazz, rock anglosajón y música clásica, especialmente a Mozart. También es un reconocido amante de Los Beatles. Sus lecturas habituales fueron Jack Kerouac, Scott Fitzgerald, Raymond Carver, Irving, Kurt Vonnegut y Fedor Dostoyevski, este último su favorito.
En su juventud cursó estudios de teatro y literatura griega en la Universidad de Waseda. Allí conoció a quien luego sería su esposa, Yoko.
Durante esas épocas trabajó en una disquería y antes de finalizar sus estudios abrió un bar de jazz que regenteó junto a su esposa entre 1974 y 1981, en Tokio.
LOS COMIENZOS
En 1978 estaba viendo un partido de béisbol, deporte del que es muy aficionado. Jugaban los Yakuet Swallows y los Hiroshima Carp. Cuando el bateador David Hilton golpéó la bola, ese fue el instante en el que pensó que podría escribir una novela. Como si ese “batazo” hubiera disparado en él uno de los momentos más trascendentales de su vida.
¿CUÁL ES LA FÓRMULA?
Murakami es de esos artistas que se han ganado tanto los vítores de sus fans como la antipatía de sus detractores, incluso algunos de estos últimos en cierto sector de la crítica. Ha sido acusado de querer destruir la tradición japonesa y de estar demasiado obnubilado con la cultura occidental, o de alardear hablando de conocimientos musicales en sus obras en boca de sus personajes. De todas maneras existe una vastedad de hombres de letras, escritores y público que lo admiran y tiene sus lectores incondicionales.
Es interesante la manera de construir los personajes de Murakami en el proceso creativo, que pueden oscilar entre el habitante medio de una gran ciudad, con sus angustias existenciales, sus miedos y sus dudas, hasta otros casi rayanos en la sabiduría.
Su estilo es claro pero sobrio a la vez, con altura y es de una lectura amena.
FENOMENO DE VENTAS
Algunos datos son contundentes. Es un autor capaz de vender a las pocas horas de aparecida una novela más de 500.000 ejemplares. Un dato: “Tokio Blues” vendió 2 millones de ejemplares en Japón.
Murakami también dictó clases en la Universidad de Princeton a lo largo de cinco años. Tal vez, y es muy probable en realidad, Murakami tomó la decisión de irse a los EE.UU por ese lapso por sentirse molesto con quienes lo criticaban de querer destruir la tradición japonesa, así como la identidad de Japón. Algunos han cruzado más allá: han sostenido que la obra de Murakami carece de compromiso y reconocimiento hacia la historia del país. Sería interesante recomendar la lectura del cuento titulado “El folclore de nuestra generación: prehistoria del estado avanzado del capitalismo”. Tal vez muchos detractores de Murakami terminen por rever sus opiniones.
EL HOMBRE
Es famoso por ser reacio a las entrevistas periodísticas. Siente el peso de la “fama que le impide viajar tranquilo en el metro”. Es un gran entusiasta del béisbol y le apasiona correr maratones. Se levanta muy temprano, a las cuatro de la mañana, y le gusta mucho nadar.
Opta por no escribir luego del anochecer.
Se inclina en pensar que los “ismos” han caducado y que vivimos un siglo post-ideológico. Además, colecciona discos y asegura tener vastos estantes llenos de ellos.
OBRAS
Entre las más renombradas se encuentran “Tokio Blues”, “El pájaro que le da cuerda al mundo”, “Baila, baila, baila”, “Kafka en la orilla”, “After dark”, “Los años de peregrinación del chico sin color”, “Sueño” y “Sauce ciego, mujer dormida”.
Este es Haruki Murakami, amado, odiado, un autor controvertido para algunos y de culto para otros. Más allá de estos avatares, ¿y si leemos a Murakami?
Por JUAN ROBERTO PARRO
JUAN ROBERTO PARRO nació en Buenos Aires en 1965. Es Técnico en comunicación social, periodista y escritor. Es autor de dos libros de poesía, “Esmaltes en fuga” y “El acecho de tu nombre”. Colaboró con medios literarios del país y del exterior.