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El grupo que hizo la presentación en el Jardín Japonés junto a Yoshikazu y Yoko Fujimoto durante su visita a Bs. As. en abril 2014

La comunidad del gran taiko

Yoko Fujimoto, integrante de Kodo
Yoko Fujimoto, integrante de Kodo

Conferencia de Yoko Fujimoto

En abril de 2014, Yoko Fujimoto, miembro del grupo de ensamble de taiko Kodō estuvo con su esposo Yoshikazu en Buenos Aires como parte de la gira que incluían talleres de voz, canto y taiko, una conferencia sobre el origen de Kodō más un mini-presentación en el Jardín Japonés y el show de cierre en el Paseo La Plaza.

Ondekoza, los orígenes de Kodō

La agrupación madre de Kodō se llama Ondekoza, o Za Ondekoza, que se originó por la idea de Den Tagayasu, en la isla de Sado en la prefectura de Niigata. La isla se encuentra en aguas del mar de Japón a unas 2 horas en shinkansen desde Tokyo más 2 horas y media en ferry.

Según nos cuenta Yoko, “la isla tiene mucha actividad cultural y artística y los matsuri son muy populares.” En ellos participan los grupos de “Ondeko” (lit. taiko diabólico) en los que los taikistas llevan máscaras de diablos con cuernos cortos, ojos saltones, mirada maléfica y colmillos salientes. Hay muchos grupos distintos, así como variedad de máscaras, pero la finalidad de los festivales es prácticamente la misma, pedir o agradecer una buena cosecha, buena salud, seguridad o evitar algún evento desastroso. “Se inspiraron en este nombre aunque nunca llevaron este tipo performance a los escenarios”, comenta la artista.

Yoko presenta la historia de Ondekoza, grupo que dio origen a Kodo
Yoko presenta la historia de Ondekoza, grupo que dio origen a Kodo

El creador de Ondekoza no era taikista, sino una persona que formaba parte de un movimiento que quería revivir el folklore japonés en la década del 70. Así Den Tagayasu junto al renombrado folklorista Tsuneichi Miyamoto y con la ayuda del etnólogo local Masahiko Honma, convocaron a un grupo de hombres y mujeres jóvenes en la isla de Sado para vivir en comunidad mientras estudiaban taiko, shamisen, koto, música popular folklórica y danzas tradicionales japonesas. El entrenamiento era riguroso y como Tagayasu era fanático de correr, todos los días comenzaban y terminaban con una carrera. Su lema era: “correr y tocar el taiko son una misma cosa, el reflejo del drama y la energía de la vida”.

La clave del éxito de Ondekoza fue la adaptación fabulosa de melodías y estilos tradicionales en piezas musicales con arreglos más estilizados que pudieran ser interpretados con gran despliegue escénico. A esto se suma el solo de “odaiko”, una atracción especial en el taikista que toca el gran taiko con un casi nulo acompañamiento de otra percusión.

Ondekoza debutó en el Maraton de Boston de 1975, donde los integrantes corrieron la carrera y luego hicieron una presentación de su música; fue la ventana que mostró por primera vez al mundo occidental el ensamble de taiko. De ahí en más se convirtieron en uno de los grupos más influyentes que sentaron las bases del taiko como actividad artística.

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Kodō continúa con el éxito

Kodō se formó en 1981 con los integrantes originales de Ondekoza, aunque sin Tagayasu e hicieron su debut ese mismo año en el Festival de Berlín. El taiko sigue siendo el instrumento principal en sus presentaciones –llevan más de 3400 shows en 46 países–, pero también aparece el “fue” (flauta) y el “shamisen”, así como el canto y la danza tradicional japonesa.

“Como una forma de agradecer todo el apoyo brindado por la gente de Sado, decidimos establecernos allí, fundando Kodō Village en el sur de la isla”, explica Yoko mientras muestra las fotos de los edificios como el centro administrativo, la sala de ensayo, de entrenamiento, la sala de grabación, los dormitorios, la recepción y biblioteca donde los artistas conviven con miembros del staff y los aprendices mientras continúan con el riguroso entrenamiento.

Kodō también organiza la llamada Earth Celebration Festival, un evento anual que comenzó en 1988 y que reúne en la isla de Sado a músicos de todo el mundo no sólo para actuar sino también como forma de intercambio cultural de ideas y artesanías entre los isleños de Sado y el resto del mundo.

En 1997 crearon el Kodō Cultural Foundation con el que realizan actividades sin fines de lucro, como workshops en escuelas, o la administración del Sado Island Taiko Center donde se pueden experimentar con el taiko, y también hay talleres de cocina, confección de artesanías, etc.

Los taikistas que hicieron el taller de canto con Yoko
Los taikistas que hicieron el taller de canto con Yoko

Acerca de Mónica Hashimoto

Licenciada en Periodismo y Comunicaciones. Editora General de Alternativa Nikkei. Periodista, redactora colaboradora para Clarín, Diario Uno, La Plata Hochi, Urbano Nikkei. Traductora e intérprete de español/japonés - japonés/español para empresas como Nutral SA., Marubeni Argentina, Interlenguas, ZF Sachs Argentina, Toyota Tsusho Argentina, Master Trim Argentina. Traducciones para particulares.

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