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Marcelo que comparte mes a mes sus ilustraciones de Mate & Kinoko en nuestra revista, esta vez como escultor expuso sus obras de los perros-león en el último fin de semana de junio en el Jardín Japonés.
Estuvimos en la exposición Shisa “Guardianes Mitológicos del Japón” de Marcelo Niikado, tal vez, el único artista que se dedica a esculpir shisa en nuestro país. “Este salón del Jardín Japonés es un marco ideal para la muestra”, nos comenta Marcelo, y coincido con él tanto por el ámbito cultural y el aire oriental como por la iluminación y disposición que se puede hacer de las obras en ese lugar.
Dos pinturas de shisa, uno en rojo y otro en verde, que decoraban la pared detrás del pequeño escenario que hay en el salón, daban un excelente cierre al espacio dominado por las esculturas de los perro-león. En formato de telón, las obras son del pintor, escultor, escenógrafo, graffiti artist, muralista Leandro Frizzera, además amigo de Marcelo.
Después de 5 horas de puesta a punto –posteaba el artista en FB–, las 26 piezas estaban dispuestas para que el público pudiera admirarlas, comentar y conocer un poco más de los shisa. Un video que se pasaba continuamente era de gran ayuda para los que recién entraban en este mundo y en particular para los grandes que tenían que responder a las curiosas preguntas de los niños sobre estos seres con cara de león pero con colas de perro.
Marcelo nos cuenta que “son obras que hice a partir del 2012 hasta el día de hoy”, luego de un impasse de unos 4 a 5 años, cuando hizo sus primeros shisa en el 2007 en el taller de cerámica con Mónica Asato. Una de esas tempranas obras, más fiel al “shishimai estilo chino” estuvo expuesta; cuando nos acercamos a contemplarla, hizo una nostálgica acotación: “es de las últimas esculturas que vio mi papá ya que después falleció”.
A partir de estas bases, el escultor se interesó en estos seres mitológicos, y de forma autodidacta, realizó una larga serie de shisa cuya evolución se aprecia en esta exposición. Desde los más clásicos con influencias chinas, también okinawenses, hoy ya tienen su impronta estilo Niikado. Es que en la realización de los shisa fue incorporando la estética del Art Noveau, con más movimiento, dinámica y detalles en la cara, el pelaje, las colas y el conjunto en general. Todas las esculturas le llevan prácticamente el mismo tiempo, puesto que en los pequeños el trabajo es minucioso en el detalle y en los grandes, el manejo del tamaño también le acapara bastante tiempo.
En esta muestra también se estaban exponiendo los trabajos de máscaras de shisa realizados por niños y niñas de 8 a 15 años de la clase de Introducción a la Cerámica a cargo de Marcelo que organizó el Centro Okinawense. “Me gusta la inocencia de los más chicos, sin ningún prejuicio para el arte”, fue su reflexión sobre esta experiencia.
Hoy con la posibilidad de realizar una residencia de artista en Japón para perfeccionar su técnica y arte, se lo veía muy entusiasmado y satisfecho con la repercusión de esta exposición en la difusión de una parte de la cultura japonesa, en especial de la okinawense.
