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“El kendo es un camino para toda la vida y tiene fin en sí mismo”

Una joven cordobesa, Natalia Ramos, representó a la Confederación de Kendo de la República Argentina en un festival con torneo en Atsugi, Japón. Ella, muy conforme con su actuación, nos dio esta entrevista que sirve también para difundir esta disciplina marcial japonesa.

 

Kendo en Atsugi 021114 (9)

Natalia es 3° Dan de kendo y hace más de 20 años que lo practica. A juicio de uno de los “kenshi” más antiguos de nuestro país, Kimura Sensei, es “la que tiene el más alto nivel en la Argentina”. Por eso habrá sido que fue convocada a representar a la Confederación de Kendo de la República Argentina, junto con Facundo Arregui y Leonardo Urasaki en el festival y torneo con que la Federación de Kendo de Atsugi (pref. de Kanagawa) festejaba sus 60 años de fundación.

Del 31 de octubre al 4 de noviembre, los tres participaron con otros 329 competidores de Estados Unidos, Reino Unido, Australia, República de Corea, Japón, China, España, China Taipéi, Hong Kong, Francia, Italia, Uzbekistán y Brasil, distribuidos en 9 categorías.

La performance argentina fue muy buena. De 33 participantes en la categoría Damas (entre ellas algunas de 6° dan), Natalia quedó en 8° lugar al ganar 2 combates y perder el tercero. Facundo, por su parte, ganó un combate en categoría Varones menos de 3° dan y perdió en el segundo y Leonardo lo hizo muy bien al finalizar en el 4° puesto en esa misma categoría.

A instancias de Kimura Sensei, le hicimos una entrevista a Natalia, esta kenshi de 29 años que, además de ser profesora de educación física e instructora de pilates, hoy sigue la carrera de Kinesiología y Fisioterapia en la Universidad de Córdoba. Y aunque por el momento su relación con lo nipón es sólo deportiva, el año que viene quiere empezar a aprender el idioma japonés.

Natalia durante uno de sus combates en el Festival de Kendo en Atsugi.
Natalia durante uno de sus combates en el Festival de Kendo en Atsugi.

¿Cómo comenzaste con el kendo?  ¿Desde cuándo lo practicás?

Empecé kendo a los 8 años junto con mi hermana mayor. También hacía gimnasia deportiva en un pequeño gimnasio de barrio; ambas actividades me llenaban mucho, aunque sinceramente me costaba un poquito ir a kendo ya que era muy duro entrenar con gente grande. No fue fácil, menos siendo un niño. Mi papá nos exigía igual o más que al resto, quería que aprendiéramos bien y formarnos como buenas practicantes.

¿Cuáles son o fueron tus profesores? ¿Qué podes destacar de ellos?

Mi profesor siempre ha sido mi papá Gustavo Ramos que es 5°dan de kendo (además 3° de iaido y 4° de karate). Lo que destaco de él, es su vocación, carisma y pasión para enseñar. Es una persona que se acuesta y se levanta pensando en kendo, en sus alumnos y en cómo mejorar en todo sentido. Destaco su metodología de enseñanza que se ajusta a nuestra cultura occidental; si bien practicamos esgrima japonesa, él sabe bien que tenemos otras estructuras y formas de aprender cosas, siempre exigiéndonos al máximo sin desvirtuar su esencia. Aprendió solo, viajando, tomando seminarios, ha invertido muchísimo en esto. Se convirtió en un gran referente en el país, tanto por su esfuerzo, dedicación, técnica pero sobre todo por sus valores. Es lo que lo caracteriza y lo que lo hace un buen practicante de kendo, fiel a sus principios, enseñando sin ningún tipo de mezquindad. Todo lo que sabe lo transmite, lo comparte con nosotros, sus alumnos.

Kendo en Atsugi 021114 (5)

¿Qué es lo que te atrae del kendo? ¿Cuáles son las características más salientes de esta disciplina japonesa?

Por un lado está lo que se puede ver, ir a clases, disfrutar del “keiko” (combates) con los amigos y compañeros, conocer gente muy buena de diferentes lugares del país y del mundo. Poder competir, aprender cosas nuevas, aquello que te brinda como práctica social. La adrenalina que sube cuando estás frente a diferentes oponentes, todo es variado y tenés que resolver muchas cosas en poco tiempo, es muy divertido para mí, eso como práctica física.

Lo que no se ve, es lo más interesante. Los procesos que uno atraviesa cuando es practicante de kendo son muchos, desde el comienzo de la práctica. Es un camino para toda la vida y tiene fin en sí mismo, no practico para tener reconocimientos sino para poder ir venciendo mis errores, miedos, malos hábitos. Aprender y mejorar para que los próximos practicantes y compañeros sean mejores que los actuales, en todo sentido. Lo separo en tres facetas pero para mí es todo eso en un solo momento.

 ¿Te imaginaste que alguna vez irías a Japón como practicante de kendo representando a Argentina? ¿Era la primera vez que viajabas a Japón?

 Sí me lo imaginé varias veces, sabía que iba a ir, no sabía cuándo. En enero me llamó Kimura Sensei y me comentó de esa oportunidad y dije que sí. Creo que todos los practicantes de artes marciales japonesas tienen el sueño o el anhelo de ir allá. Sabía que tenía que ir en algún momento pero quería estar muy preparada física y mentalmente.

Sensei Kimura, Leonardo Urasaki, Facundo Arregui y Natalia Ramos viendo el torneo N° 62 All Japan Kendo Federation.
Sensei Kimura, Leonardo Urasaki, Facundo Arregui y Natalia Ramos viendo el torneo N° 62 All Japan Kendo Federation.

¿Qué expectativas tenías? ¿Cómo fue la experiencia de tu participación?

Antes que nada quiero decir que el Festival fue increíble, la organización, la atención que tuvieron con nosotros fue excelente. Takizawa Sensei (presidente de la federación anfitriona) se pasó con todo. Fue un evento muy grande y todo salió espectacular. Estaba anotada para hacer una demostración de “shiai” amistoso con una chica de secundaria, eso fue una sorpresa, me encantó.

Empecé a hacer más hincapié en el entrenamiento físico apenas decidí participar, consciente de que todos los que compiten seguido están en continua preparación y además todos esperan mucho de vos, especialmente cuando vas a representar el país. No me gusta hacer las cosas a medias así que trabajé todo lo que pude para hacerle honor a ese lugar.

En este torneo me sentí muy bien, gané sin problemas los dos primeros combates y si hubiese ganado el tercero pasaba a cuartos de final, pero sé que me esforcé mucho. Estaba muy contenta, mucha gente se me acercaba a preguntarme por qué no participo en los mundiales.

Luego del viaje, ¿sacaste alguna conclusión sobre el nivel del kendo en Argentina?

Estamos muy retrasados comparando otros países que son más nuevos que nosotros en kendo, hace más de 45 años que se practica en Argentina y sé que deberíamos estar mucho mejor, pero eso no es culpa nuestra, todo el mundo sabe que las circunstancias han hecho que quedemos un poco estancados en cuanto a exámenes y esas cosas, pero cada vez que viajo al exterior por kendo, veo que no estamos tan mal, tenemos que corregir cosas obviamente y seguir trabajando. Soy muy autocrítica y nunca voy a decir que hacemos bien, nunca. Pero lo más valioso de nuestra institución es que realmente practicamos un “budō” (arte marcial japonés) y todo lo que hacemos es tratar de mejorar y mantenernos en el camino correcto a pesar de todos los obstáculos.

Sayonara party
Sayonara party del Torneo en Atsugi

¿Qué esperas en el futuro con relación a la práctica del kendo?

Seguir aprendiendo y mejorando. Compartir las prácticas con mis compañeros, seguir difundiendo el kendo para que cada vez haya más gente. Conseguir mejor infraestructura, yo creo que todo suma y todo lo que yo pueda aportar desde mi rol, lo voy a hacer. Lo más importante para mí, es la “diaria”. Torneos y seminarios hay siempre, lo que más cuesta y lo más enriquecedor es el día a día. Practicar y practicar.

¿Qué te parecieron los lugares que visitaste? ¿Hubo algo que te llamara más la atención de las ciudades y la gente?

Es un país increíble, me sentí muy bien allá en todos los lugares. La gente es muy amable y vayas a donde vayas vas a encontrar amabilidad y cortesía. La gente no grita! Todo está tan ordenado y organizado que parece que no fuesen tantos habitantes. Todos los lugares son lindos, me gustaron Akihabara (fui tres veces), Shibuya y Ginza! Todo! Sólo fui a Tokyo y Kyoto, me quedé sin ir a Osaka o Nara por ejemplo, pero fue por los compromisos y los entrenamientos, nos invitaron a muchas prácticas y teníamos que cumplir con todo. Me gustó mucho ir a los templos, quiero ver más.

Acerca de Mónica Hashimoto

Licenciada en Periodismo y Comunicaciones. Editora General de Alternativa Nikkei. Periodista, redactora colaboradora para Clarín, Diario Uno, La Plata Hochi, Urbano Nikkei. Traductora e intérprete de español/japonés - japonés/español para empresas como Nutral SA., Marubeni Argentina, Interlenguas, ZF Sachs Argentina, Toyota Tsusho Argentina, Master Trim Argentina. Traducciones para particulares.

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