Desde el jueves 5 al lunes 23 de noviembre se podrán apreciar las exposiciones de la edición 2015 de Nuevas Miradas del Japón organizada por el Centro Cultural e Informativo de la Embajada del Japón (CCIEJ). El espacio es la sala 32, en el 3er piso del Centro Cultural Borges (Viamonte 525, CABA).
La selección de este año pasó por el filtro de los expertos más de 100 trabajos presentados. En una difícil decisión llegan a exponer este año 5 artistas en 4 muestras bien distintas, pero lógicamente muy representativas del tema en común: Japón y sus expresiones culturales. Pero además de este denominador común, en mi simple opinión, encontré el movimiento como punto de intersección de las exposiciones de este año.
Sin embargo toda regla tiene su excepción. Empecemos por ahí. La exhibición de los diseñadores e ilustradores Azul Piñeiro y Carlos Higuera se llama «Omiyage» (souvenir, presente que se trae de un viaje) y reúne las series de ilustraciones «Kawaii-e«, «Omiyage» y «Engimono» creadas en estos dos últimos años. La característica de sus piezas es la inspiración en la estética visual japonesa, más específicamente en el estilo «kawaii«, aquello que ya es una marca registrada de lo tierno y lo amigable en el concepto de la cultura pop japonesa. Por eso, tal vez, aquí el movimiento no sea tema preponderante, pero sí lo es el colorido, las formas redondeadas, las expresiones dulces y amables de los personajes creados o revisitados por Azul y Carlos.
Ahora si pasamos al movimiento, a su existencia o no existencia, en las otras muestras sí creo ver una regla común. Las obras que expondrá Felipe Lorea fueron el resultado de una búsqueda y él mismo declara que el movimiento tuvo mucho que ver en ello. «En mi búsqueda del movimiento en un simple dibujo, encontré en los luchadores de sumo cuerpos que expresan la contradicción de lo ágil y lo espeso.» Podrán apreciarlo de manera muy elocuente ya que los 15 dibujos que conforman la serie «Luchadores» tienen ese realismo.
En las fotografías que seleccionó Karina Riveira para la serie «La calma del centro del remolino» que exhibirá en esta ocasión, se ve el movimiento sutil de «pequeños personajes que no dejan casi huellas«. Tomadas durante su viaje a Japón en marzo de este año, retrató a personas que van o vienen, que descansan por un momento, que disfrutan del aire libre y la naturaleza, pero sin ser ellos los protagonistas de su entorno, como dice Karina, «para no ser ellos los vistos, sino dejar que la belleza del entorno sea lo que deslumbre.»
Por último, si la quietud es un estado del movimiento entonces seguro estamos de acuerdo que la inmovilidad del «zazen» (meditación zen que se realiza sentado en postura de loto o de rodillas sobre los talones, al estilo más japonés) también entra dentro de la regla. Así son las esculturas hechas con la madera de ceibo que van a la deriva en el Delta de Buenos Aires y que Gustavo Castellano presentará bajo el nombre de «Materializando la imaginación» en el marco de Nuevas Miradas del Japón.
No se pierdan la oportunidad de juzgarlo por ustedes mismos, dándose una vuelta alguna tarde en que se dejen llevar por el movimiento de sus pies hasta el Centro Cultural Borges.